El facilitador.

Underhill (2000) nos explica que nos podemos encontrar con tres tipos de profesores: el lector, que puede tener grandes conocimientos pero no sabe enseñar; el profesor, conoce el tema y algunos métodos y procedimientos de enseñanza pero pero no va más allá de los aspectos teóricos; y el facilitador, que conoce el tema, tiene formación en cuanto a los métodos y técnicas de enseñanza y además abarca la dimensión psicológica de los alumnos.

En este post me voy a centrar en este último, pues desde mi punto de vista es y será la figura del "profesor del futuro". ¿Por qué? Porque un facilitador es aquel docente que va más allá de enseñar un temario y escoger metodologías maravillosas, sino que se interesa y considera el aspecto psicológico del alumno como clave para el desarrollo de su aprendizaje. En otras palabras, que tiene en cuenta los procesos, dificultades o habilidades, motivaciones, emociones, etc. del alumno.

Este aspecto psicológico que tiene en cuenta el facilitador, me ha recordado mucho a la nueva era que se abre paso en la educación conocida como "neuroeducación", seguro que muchos de vosotros y vosotras ya habéis oído hablar sobre ello. Para quienes no ¡espero que este post os sirva para ver un poco acerca de ello!

La neuroeducación es algo así como integrar las ciencias de la educación junto con el estudio sobre cómo funciona y aprende el cerebro con el fin de mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.

La neuroeducación nos muestra como la memoria no es lo único que afecta al aprendizaje, sino que hay numerosos factores como la curiosidad, el estado de ánimo del alumno, la curiosidad, la atención, la emoción... Además nos enseña los neuromitos (falsas verdades) sobre el aprendizaje que tenemos tan asimilados, como por ejemplo esa creencia que existe sobre que al estudiar con música clásica o con una sonata de piano, va a mejorar la capacidad de aprendizaje.

En mi trabajo de fin de grado tuve la oportunidad de profundizar y trabajar un poco más este tema, y os recomiendo el libro de Francisco Moya (2019) Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama. Pues con este libro, no muy largo y muy interesante, vais a poder entender por qué tener en cuenta cómo funciona el cerebro y cómo aprende, puede mejorar nuestra enseñanza. Yo personalmente me interesé sobretodo por cómo la curiosidad y la emoción es tan relevante para la atención del alumno y esto a su vez para la memoria y el estado de ánimo. En resumen, todos los factores se relacionan los unos con los otros.

Por último, os dejo la versión corta de una conferencia que dio Moya para BBVA Aprendemos juntos.

Y vosotros ¿pensáis que conocer cómo funciona y aprende el cerebro nos puede ser útil para nuestras futuras clases? ¿O creéis que hay cosas más importantes a tener en cuenta?

¡Gracias por leerme! :)